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Auge de la cría genera alta demanda por toros
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  • Auge de la cría genera alta demanda por toros

  • Ganadería vive un buen momento, con firmeza para el precio del ternero y eso empuja a los ganaderos a invertir para producir calidad

    La máquina de cría está intacta. Son 4,3 millones de vacas de cría que se servirán en esta zafra y los productores siguen apostando a la genética de calidad.Con el auge que vive la cría, con valores destacados y una demanda firme en el mercado mundial de carnes, la apuesta a producir más terneros crece. Sin embargo, para producir más, hace falta partir de toros probados en su capacidad de servicio y con una sanidad que garantice que no son transmisores de enfermedades vinculadas con la reproducción (venéreas). En un cruzamiento, vaca y toro aportan un 50% cada uno. Es por eso que no hay que olvidarse de los vientres, de garantizar una buena alimentación para que mantengan su estado corporal y presenten celo (estén ciclando).Con la sequía, que en muchas zonas del país castigó tres años seguido a la ganadería y con una producción de terneros en la zafra anterior que arañó prácticamente los 3 millones, se ve mucho toro “roto” y en mal estado que habrá que reponer. En otras zonas donde el régimen de lluvias fue bueno, pero los campos aún no respondieron, el porcentaje de toros a sacar es el normal: de cada cinco toros uno hay que reponer (alrededor de 20%).Como en cada zafra, los veterinarios de campo insisten en que se deben revisar los reproductores previo al servicio para saber cuántos hay que reponer.Impulso. El buen momento de la ganadería y de la cría se refleja en el ánimo del productor. “Hay cada vez más gente pidiendo que revisen sus toros”, afirmó a El País el Dr. Pablo Marihno, veterinario referente de la cría para Cerro Largo y Treinta y Tres.“Se están adelantando las revisaciones de las toradas”, admitió Marinho. Es que se adelantaron los remates de cabaña y el productor que tiene los toros para uso propio, prefiere revisarlos a comienzo de zafra para poder aprovechar la genética que ofrecen las cabañas”, explicó el profesional. Como sus demás colegas los veterinarios están en plena zafra de revisión de reproductores, preparación de entores e inseminaciones.Marinho explicó que a nivel de cabañas, se está viendo “que las toradas que salen a venta están muy bien preparadas. Se observan toros con mucha libido cuando se les hace la prueba de aptitud de monta”. A su vez, los productores que tienen toros propios, “están muy ávidos por genética y por no dejar nada al azar. Eso indica que se augura un buen año para los remates de toros. Hay mucha demanda y la oferta es muy buena”.Para este profesional “hay mucho entusiasmo en la cría, por más que, momentáneamente, hayan bajado los precios del ganado gordo. Aún así, el productor no bajó los brazos”.“Más allá de que la gente está enfocada en la compra y revisación de toros. A la vez, hay un ruido grande por inseminaciones”, insistió.Apuesta. Por su parte, el Dr. Diego Texeira, uno de los referentes para el norte del país, recordó que es el momento justo para acordarse de las toradas. “En el norte el servicio es un poquito más tarde y es fundamental comenzar a revisar los reproductores ahora, ver su condición corporal para evitar trabajar con toros que no cumplan su tarea correctamente” y evitar pérdidas económicas. Esos toros “turistas” le cuestan caro al productor.Texeira reconoció que “hay mucho toro sentido, principalmente de estado. Fue muy dura la seca del verano pasado y los toros terminaron bastante exigidos”, sostuvo el veterinario y asesor de cabañas. El invierno siempre es complicado y en muchos establecimientos, “durante esa estación los toros son olvidados”.Insistió en que todos los toros deben estar “raspados” (controlados contra venéreas) para ver si son portadores de enfermedades vinculadas con la reproducción, que siguen teniendo incidencia sobre la cría. “El porcentaje de revisación de toros en Uruguay continúa siendo bajo, según marcan varias estadísticas. Encima rasparlos contra venéreas es un porcentaje más bajo todavía. Texeira recomendó a los productores: “El que vaya a comprar un toro debe exigir que venga raspado porque esa es una garantía”.Cuatro patas. En la cría, para lograr un buen resultado, se precisa que “las cuatro patas de la mesa funcionen y estén bien apoyadas: nutrición, genética, sanidad y reproducción”, afirmó el Dr. Juan Andrés García Pintos, otro de los referentes para Lavalleja, Maldonado y zonas linderas.Según su visión, revisar los toros posibilita “no dejar de lado ninguna variable”. También sostuvo que, al menos en su zona, “hay cada vez más gente preocupada por revisar los toros previo al servicio” y apostando a “incorporar cada vez más tecnología en el segmento de la cría”.García Pintos reconoció que “hay productores que meten más toros en el rodeo”, buscando asegurarse la producción de terneros, pero advirtió que “deben entender que eso no les garantiza más terneros. Muchas veces es contraproducente, porque hay problemas de dominancia entre los toros y los más viejos no dejan trabajar a los nuevos”, advirtió.Conciencia. Desde Argentina, el Dr. “Chuñi” Acosta, veterinario que lleva 50 años dentro de la profesión, pregona “usar toros de calidad, pero siempre revisados por un veterinario para que estén aptos para la reproducción, tengan una buena sanidad y puedan cumplir con su función, que es producir terneros”.Acosta fue bien gráfico: “Si falla una vaca perdes un ternero, pero si falla un toro estás perdiendo entre 30 y 40 terneros, dependiendo del porcentajes de vientres por toro a cubrir”.A lo largo de su vida luchó contra las venéreas en la ganadería y buscó concientizar a los ganaderos sobre los problemas que ocasionan. “Hay que hacer diagnóstico en los toros. Las dos venéreas más importantes son la Tricomoniasis que la produce un parásito y la otra es la Camphilobacteriosis que está producida por una bacteria. Para esta última existen vacunas comerciales, pero para Camphilobacteriosis hay que raspar los toros”.Exhortó a los productores uruguayos a seguir invirtiendo en genética y creciendo, porque “no tienen palos en la rueda” como les pasa a los argentinos.







    En 2021/22 la producción de terneros estuvo muy próximo a los 3 millones.




    Con solo dos medidas se tiene un rodeo sano

    El líder de la Plataforma de Salud Animal del INIA, Dr. Alejo Menchaca, explicó que con dos medidas se puede mantener el rodeo sano y libre de enfermedades venéreas.“Básicamente se requiere usar toros sanos, porque esas enfermedades son asintomáticas en el toro, que es quien las transmite a las vacas, generando muerte embrionaria temprana. La forma más segura es comprar toros que tengan raspajes prepuciales que se hacen para determinar la ausencia de venéreas y garantizarle al comprador que ese reproductor no infectará el rodeo”, explicó. En las vacas, la solución es “aplicar la prevención con la herramienta más efectiva que tenemos que es la vacunación previo al servicio”. También es importante sacar las que no se preñan.

    Estiman pérdidas de US$ 400 millones al año por venéreas

    Las enfermedades reproductivas son un problema bastante importante en Uruguay que muchas veces no es considerado en su total magnitud.“Hay varios factores que inciden para que Uruguay produzca mucho menos terneros de lo que podemos producir y ahí hay varios factores que inciden en esa baja eficiencia reproductiva”, explicó el Dr. Alejo Menchaca, que lídera la Plataforma de Salud Animal de INIA. Algunos de esos problemas tienen que ver con que no se preñan las vacas y otros tienen que ver con que hay pérdidas de gestación.El equipo de investigación en INIA y la Plataforma de Salud Animal trabaja en varios aspectos para atender esta problemática en su globalidad.Respecto a los problemas infecciosos que pueden tener las vacas o los toros, “se apunta a las enfermedades venéreas, pero hay otros que son mayores aún. En Venéreas las dos enfermedades de mayor peso son Camphilobacteriosis y Tricomona, que generan problemas de infertilidad en las vacas. De cualquier manera la prevalencia de las dos está bastante controlada”, reconoció Menchaca. Después están todas las que generan pérdidas de gestación en etapa temprana o tardía como leptospirosis, neosporosis, brucelosis y otras.“Si Uruguay entora más de 4 millones de vacas y preña cerca de 3,5 millones por año, cada punto de pérdida de gestación son entre 30.000 y 35.000 terneros que dejan de nacer. Si perdemos el 10% entre la preñez y el destete, probablemente estemos perdiendo unos US$ 400 millones anuales. Eso es 10 veces más que lo que perdemos por la mosca de la bichera o garrapata. Es un problema de una magnitud enorme”, remarcó el investigador.Menchaca adelantó que desde el INIA “se hace un esfuerzo importante junto con Fucrea y otras instituciones de investigación como Dilave, Instituto Pasteur y Facultad de Veterinaria para cuantificar bien las pérdidas, que se consideran desde los 3 o 4 meses en adelante cuando el veterinario hace la ecografía o el tacto, pero comienzan a ocurrir mucho más temprano”. Agregó que “hay que saber también en qué momento ocurren. Estamos comenzando un proyecto que llevará muchos años para conocer las enfermedades que afectan la gestación, buscando mejorar las vacunas o las herramientas que tenemos”.

  • 2022-09-25T07:00:00

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